LLegando una soledad que recorria los pasillos se sentia por las instalación.
Entre miradas que no te soltaban, supongo que con la intención de "cuidar" que no te llevaras algo ajeno. Absurdo. Me sentía como vigilada por buitrez en espera de tu deceso. Caminando y adentrandonos, multitud de niños aprovechando de los talleres que al parecer se veían mas interesantes.
Mientras que cada stand de Libros, donde los presentadores, con cara de aburridos, cara de enfado, de hambre y agotamiento por el no hacer nada, los consumia.
Libros de todo tipo. Para todo gusto. Precios. Tamaño. Tema. Pero en Miércoles no fue la mejor impresión, pero si un buen día para recorrer tranquilamente cada pasillo y en verdad apreciar lo que estaba ahi presentandose.
Llegando el día sábado, fue otra historia muy distinta. Los descuentos se comenzaron a aparecer y así la gente más motivada sacaba el dinero de sus bolsillos y se llevaba consigo un par de palabras de algun autor dentro de los muchos que encontrabas. Gente, gente más gente. Buen Día el Sábado. Aun si poder apreciar lo que se pudo un miércoles, se veía vida en el ambiente.
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